La migliore offerta (La mejor oferta)
Dirigida por el italiano Giuseppe Tornatore y protagonizada por Geoffrey Rush y Sylvia Hoeks.
Virgil Oldman (Geoffrey Rush) es un prestigioso tasador y agente de subastas experto en arte. Su maniática, hasta el punto de llegar a enfermiza, personalidad le ha anulado la oportunidad de mantener cualquier tipo de relación con alguna mujer, e incluso con alguna persona. La obsesión de llevar siempre sus manos cubiertas con guantes o el hecho de no soplar su vela de cumpleaños encendida unas horas antes de que fuese el mismo son evidencias que transmiten al espectador su excentricidad en el día a día. La aparente ausencia de sentimiento o emoción hacia todo lo que le rodea se trunca a la hora de valorar una obra de arte. Es un experto en datar un cuadro y decidir sobre la autenticidad o falsificación de la misma. Su lado humano se presenta al público cuando desnuda su mano derecha para tocar un cuadro mientras sus ojos la analizan a través de una lupa.
Entre sus diferentes manías tiene una gran obsesión por los retratos femeninos. Almacenados en una especie de habitación secreta, Virgil, siente hacia esos cuadros sensaciones que a lo largo de su vida nunca ha manifestado por un ser vivo.
La película rompe su narración aparentemente lineal con la aparición de Cler, una joven aislada del mundo por el pánico que siente a salir de casa y a los espacios despejados y concurridos de personas como las calles o las plazas (agorafobia).
La relación entre ambos comienza por un insistente acuerdo laboral que quiere establecer la joven con el señor Oldman. En un primer momento es desesperante la continua voluntad de Cler por querer comunicarse con el subastador; esa testaruda persistencia crea en Virgil una leve adicción hacia ella que va creciendo a medida que su relación se consolida. Así, Tornatore crea un giro inesperado de la trama que comienza con la continua y cambiante voluntad de la joven por querer, y no querer, mantener relación con una persona, dado que su enfermedad la anulaba socialmente; más tarde, esa bipolaridad de Cler lleva a una progresiva curiosidad del subastador hacia ella que le engancha por completo convirtiéndole en un pelele fruto del sentimiento del amor, nunca antes experimentado por Virgil hacia una mujer real.
Subir la cremallera de un vestido por la espalda con la mano sin guante, empezar a usar teléfono móvil para comunicarse con ella y llegar tarde, exhausto y descuidado a una subasta por estar buscando a la chica desaparecida, son detalles a través de los que Tornatore desvela al público la influencia que el sentimiento de amor está causando en el protagonista, antes un ser sumamente correcto y preocupado por sus manías. Jim Sturgess, actor del reparto del film, declara en una entrevista “Virgil Oldman es un hombre roto que una vez arreglado es destruido en mil pedazos.”
«La mejor oferta» tiene valores añadidos a una mera película de entretenimiento como consecuencia de la integración de múltiples tramas. Primero el trabajo psicológico que se observa en ambas personalidades protagonistas de la película. Por un lado la chica agorafóbica y por otro el hombre maniático. Ambas trabajadas desde una minuciosidad en detalles que hace que el espectador comprenda ambas enfermedades mentales a la perfección.
En un segundo plano de valores añadidos está el enriquecimiento cultural. La profesión del personaje principal como agente de subastas es la ventana que Tornatore usa para mostrar el nivel artístico de su filme. Desde cuadros y muebles hasta las piezas del autómata que Virgil va encontrándose en la casa de Cler, convirtiendo a la figura del autómata en clave fundamental de la historia.
Una tercera cuestión que también surge de la profesión del protagonista es el mundo de la estafa en las subastas. Por un lado, se encuentra el poder que tiene un agente de subastas con nombre al aprobar o desaprobar la autenticidad de una obra o proponer su precio de salida (alto o bajo) en función de su veredicto. Y por otro lado la amistad de Virgil con el personaje interpretado por Donald Sutherland es un evidente reflejo del director para mostrar la confabulación en la esfera artística.
Duración del film: una hora y treinta y un minutos. Alrededor de treinta segundos es el tiempo necesario para el cerebro del espectador en relacionar hechos y aparentes clarividencias que se van viendo en el desarrollo de la película hasta que sucede el punto de inflexión que da el giro de trescientos sesenta y cinco grados a la historia. “Todo puede falsificarse”; así lo expresa el personaje interpretado por Donald Sutherland, gran amigo del protagonista.
Ficha Técnica: La Mejor Oferta, de Giuseppe Tornatore